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Si eres novato en el mundo de la inversión, es importante que estés familiarizado con el término de la volatilidad y que entiendas cómo afecta a los mercados financieros y a los productos de inversión. Comencemos primero por la definición. Este concepto hace alusión a algo mudable, inconstante, oscilante.
Qué mide exactamente
La volatilidad mide la magnitud de las oscilaciones que experimentan los productos de inversión durante un periodo de tiempo concreto en comparación con la media histórica de su precio. Es decir, es la variación que registra un activo financiero respecto a su media.
Riesgos que implica la volatilidad para el inversor
Aunque los riesgos de invertir ya los hemos abordado en otro post, nos parece importante explicar brevemente los riesgos específicos que se derivan de la volatilidad. Los dos principales son el riesgo de precio y el riesgo de liquidez.
Riesgo de precio
En relación al primero, es importante tener en cuenta que cuanto mayor es la volatilidad de un activo, como por ejemplo una acción, un bono o una divisa, mayor será la probabilidad de que el valor de mercado experimente variaciones, que pueden traducirse tanto en apreciaciones como en devaluaciones del activo. Cuando un valor volátil cae, el inversor perdería parte de su inversión si se desprende del producto financiero a un precio menor al de compra. Dado que la incertidumbre respecto a un valor volátil es mayor, también lo es el riesgo para el inversor. En cambio, una menor volatilidad conlleva un riesgo de precio menor.
Riesgo de liquidez
Por otro lado, está el riesgo de liquidez, que está estrechamente ligado al de precio, y se refiere a escenarios en los que el inversor no puede encontrar una contrapartida a una orden de venta sin sacrificar precio. Es decir, que para obtener liquidez tendrá que asumir pérdidas.
Ventajas de la volatilidad
A pesar de que, por lo general, el concepto de la volatilidad suele tener connotaciones negativas, como ya hemos indicado, en ocasiones puede ser beneficiosa para el inversor. ¿Cuándo resulta ventajosa la volatilidad? Cuando el inversor aprovecha efectos alcistas de la volatilidad que impulsan el precio de los activos. Es decir, si la orden de venta se emite cuando un activo ha experimentado una fuerte revalorización y alcanza un pico por efecto de la volatilidad, puede obtener una rentabilidad muy atractiva. Este tipo de estrategia la emplean perfiles con un horizonte de inversión a corto plazo y un apetito elevado por el riesgo. Por este motivo, si eres principiante en el mundo de la inversión, te recomendamos que no sigas estrategias de este tipo.
Tipos de volatilidad
Existen dos tipos de volatilidad:
- la volatilidad histórica, que se calcula empleando una serie histórica de los precios de mercado de un activo
- la volatilidad implícita, que refleja la volatilidad de un activo en el futuro y es por tanto estimativa.
El índice VIX
Creado el mercado de opciones de Chicago (CBOE) en 1993, el índice VIX es un referente de los niveles de volatilidad futura del índice bursátil estadounidense S&P 500, compuesto por 500 compañías. Se le conoce también como índice del miedo. Concretamente, mide la volatilidad de los contratos futuros a 30 días sobre el S&P 500. Aunque haga referencia a los valores contenidos en el S&P 500, los inversores de todo el mundo siguen la evolución de este índice, ya que refleja el sentimiento del mercado. La correlación entre el VIX y las acciones es negativa. Esto significa que cuando los valores del VIX son altos, el precio de los valores bursátiles registran importantes caídas, lo que suele coincidir con momentos de pánico en los parqués. En cambio, cuando el VIX se sitúa en niveles bajos, el sentimiento en el mercado es de calma y los valores tienden a alzas prolongadas.