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La jubilación. Para muchos un sueño, para otros una pesadilla. Y es que hay quien no puede esperar para dejar de trabajar y tener todo el tiempo libre del mundo, y quien lo ve como la llegada de una vejez y el fin de su “utilidad” para la sociedad.
Pero hasta ahora, con lo que todo el mundo contaba era con tener una pensión de jubilación digna con la que poder disfrutar de sus años de retiro. Pero, ahora mismo incluso eso está en seria duda. Tal vez no para aquellos que se jubilen en la próxima década, pero para la población joven, podría ser un problema muy real.
Pero, ¿sabes por qué? Pues te lo contamos.

¿Cómo se calcula la pensión que nos corresponde?
La pensión de jubilación, se calcula según la tasa de remplazo. ¿Que qué es eso? Pues sencillamente hace referencia a un % del último sueldo que cobramos antes de jubilarnos. Según cada país, la tasa de remplazo puede ser muy distinta. Desde porcentajes muy bajos como en Reino Unido donde ronda el 30%, hasta tasas muy altas como tenemos en España, con una media del 78,7%.
Esto quiere decir, que en el hipotético caso en de un ciudadano británico que se jubilara con un último sueldo de 2000€ mensuales, tendría unos 600€ de pensión, mientras que un español con ese mismo sueldo, ingresaría unos 1574€ mensuales. Como ves, es una diferencia importante, aunque en España es previsible que la tasa de remplazo baje durante los próximos años.
También podrías pensar ¿cómo va a sobrevivir un jubilado británico con solo 600€ de pensión al mes? Pues principalmente, por dos razones:
- En Reino Unido, los sueldos son de media mucho más altos que en España. Por tanto, aunque su % de tasa de remplazo sea mucho menor, en términos totales la diferencia de ingresos en comparación con un ciudadano español, puede no ser tanta.
- En Reino Unido y en otros países europeos, hay una mayor educación financiera. Es decir, un mayor % de ciudadanos gestionan sus finanzas de manera activa y tienen fondos de inversión privados, dejando la pensión en un segundo plano.
¿Por qué está la pensión en riesgo?
En general, vivir más esta muy bien. Por eso el aumento de la esperanza de vida es considerado todo un éxito de la sociedad moderna. Pero aunque sea causa de celebración, también tiene sus inconvenientes. Y es que, si la gente vive más, pero la población trabajadora no aumenta, ¿cómo vamos a cubrir las pensiones?
Pues ese el problema principal, y lo que esta poniendo muy en riesgo el que tengamos pensión dentro de 20 o 30 años. Como mencionábamos antes, en otros países europeos donde no hay tanta dependencia en los ingresos de la pensión, podría no suponer un gran problema, pero en España donde una gran parte de la población no se plantea una alternativa a ella, su desaparición o incluso tan solo una gran reducción en la tasa de remplazo, podría generar una crisis histórica.
Si no hay pensión ¿qué podemos hacer?
No tener la pensión asegurada es sin duda algo de lo que preocuparse, pero como todo, también tiene su lado bueno. Y es que el saber que no se puede depositar toda la esperanza en ella, te puede motivar a tomar iniciativas propias con tus finanzas personales. Y dentro de estas iniciativas, existen muchas cosas que puedes hacer:
- Planifica tu futuro financiero cuanto antes: Durante la juventud, cuando la vejez y la jubilación parecen cosas tan lejanas, puede ser muy difícil el pararse a pensar en ello, y la tendencia puede ser el vivir al día sin preocupaciones. Pues, aunque no estamos diciendo que no disfrutes, si te animamos a plantearte el tipo de vida que quieres tener en el futuro, ya que puede ayudarte a planificar la cantidad de dinero que debes tener en el momento que dejes de trabajar. Si finalmente hay suerte y tienes una pensión digna, mejor que mejor, lo veras como un bonus. Pero si planificas asumiendo que no puedes contar con ella, estarás preparado pase lo que pase.
- Tomate en serio el ahorro: Una vez te has planteado lo que deseas en el futuro, es el momento de hacer algo al respecto. Y el primer paso para ello, es empezar a ahorrar. Es verdad que muchas veces no es fácil. Puede que tengas unos ingresos limitados y muchos gastos fijos de los que no puedes librarte. Pero siempre hay algún gasto variable del que recortar. Si gastas 200 euros al mes en restaurantes, ponte como objetivo gastar solo 100. Si te pierde el comprar ropa, párate a pensar si realmente necesitas toda la ropa que compras, o si puedes esperar para renovar tu armario. En definitiva, no gastes por gastar.
- Invierte de forma constante: Si crees que los ingresos de la pensión no son algo con lo que puedas contar en cuanto dejes de trabajar, habrá que generar nuevas fuentes de ingresos, ¿no? Pues para ello, pocas cosas hay más probadas la inversión a largo plazo. Y teniendo en cuenta el funcionamiento del interés compuesto, cuanto antes empieces, mejor. Si eliges invertir en empresas estables y en las que confías en el largo plazo, lo más probable es que cuando llegue tu momento de jubilarte, tengas mucho más de lo que invertiste. Aunque rentabilidades pasadas no aseguran rentabilidades futuras, una inversión de 1.000€ en Apple hace justo 10 años, serían 12.000€ ahora, mientras que esos 1.000€ en el banco, equivalen a unos 850€ hoy debido a la inflación.

No dejes tu futuro en manos del azar
Predecir el futuro es realmente complicado, y aunque podemos hacer suposiciones basándonos en lo que sabemos ahora, todo puede cambiar de un momento a otro. Aunque tampoco hay que ser excesivamente pesimista, siempre es mejor estar preparado para el peor de los casos, que asumir que todo irá genial y que no debemos preocuparnos de nada.
Así que ya sabes, si no quieres depender de la pensión y quieres dormir bien por la noche sin estar dandole vueltas a que pasará con ella, empieza a tomar cartas en el asunto. Al fin y al cabo, la peor gestión es la que no se hace.